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jueves, 12 de septiembre de 2013

Le Esfinge del Gizeh

La esfinge de Gizeh podría tener más de 11.000 años de antigüedad.

El arqueólogo R. A. Schwaller de Lubicz, y su hija Lucy de Lubicz, observaron un tremendo desgaste en la esfinge, con patrones de deterioro totalmente diferentes a otros edificios egipcios. Mientras estos últimos tienen patrones de desgaste por la arena y el viento, la esfinge parece haber sufrido desgaste por agua. Al exponer su teoría, los otros arqueólogos se opusieron a este argumento.

Posteriormente, John Anthony West, guía en Egipto y autor de "Serpent in the Sky" quiso comprobar la teoría de R. A. Schwaller de Lubicz, y ratificó nuevamente dicha teoría sobre el desgaste. Nuevamente, se topó con la resistencia de los arqueólogos.


John Anthony West se trajo a un geólogo americano, Robert Snoch, que hizo un análisis en su ordenador y que confimó que la esfinge sí tiene patrones de desgaste por agua equivalente a 1.000 años de continua lluvia diaria.


Sabiendo que el desierto existe desde hace 7.000 años como mínimo, y que seguramente no ha llovido diariamente durante 1.000 años seguidos, sino que debe haber habido intervalos  podemos calcular que como mínimo tiene 8.000 años de antigüedad, y seguramente entre 10.000 y 15.000 años. Esto es lo que provoca la oposición de los arqueólogos ortodoxos, porque da que pensar sobre quién la construyó y sobre una civilización avanzada anterior a la nuestra




Esto genera un nuevo conflicto: la primera civilización conocida fueron los sumerios, datados hace 5.800 años (3.800 años a.C.). Por tanto, antes de ellos, se supone que sólo éramos gente bárabara y peluda. Se construyó antes de los faraones, en tiempo del Neolítico. 

¿Quién hizo entonces la esfinge?

Los egipcios fueron herederos de una cultura mucho más antigua. La Esfinge de Gizeh parece estar preparada para recibir al sol de hace 12.500 años (10.500 años antes de Cristo), en la constelación de Leo (precisamente su forma).

Los egipcios tan sólo fueron los herederos de una cultura mucho más antigua. Parece ser que la cabeza de la esfinge no era la actual, sino que era inicialmente mucho mayor pero se desgastó por las lluvias que la erosionaron, y Kefrén la rehizo, pero más pequeña. Por eso se ve desproporcionada con el cuerpo.

Detalles interesantes sobre la esfinge de Gizeh
  • Es de caliza
  • Es la escultura más grande de la antigüedad
  • La creencia más habitual es que la esfinge se construyó en el 2500 a.C
  • La creencia más habitual es que la construyeron los faraones de la IV Dinastía
  • En teoría fue construída por Kefrén
  • Durante muchos años ha estado enterrada hasta el cuello en la arena del desierto.

La Gran Esfinge que domina la meseta de Gizeh, la más importante de las necrópolis de los faraones de la dinastía IV (2613-2494 a.C.), no ha dejado nunca de alimentar la imaginación de los viajeros y arqueólogos que se han acercado hasta ella. Entre los muchos misterios que la rodean está el del nombre de su constructor. Según la historiografía tradicional, la esfinge fue construida por el faraón Kefrén junto a la vía que daba acceso a su templo funerario y cerca también de su pirámide. Pero la opinión de un grupo de arqueólogos británicos y franceses que ha estado estudiándola durante veinte años es otra.
Dirigido por Vassil Dobrev, académico del Instituto Arqueológico Francés de El Cairo, este equipo ha llegado a la conclusión de que la Gran Esfinge fue levantada a iniciativa de un faraón hoy olvidado, al que algunos investigadores incluso acusan de usurpador. Se trata de Didufri, hijo de Keops y hermanastro y antecesor en el trono de Kefrén. Según los estudios realizados, Didufri habría construido el monumento en honor a su padre, a quien identificó como el dios del sol Re. Didufri fue el primer faraón en incluir el símbolo de Re en el cartucho que representa su nombre, lo que incide en la importancia concedida al culto solar.

En apoyo de su hipótesis, Dobrev arguye también que todas las representaciones conocidas de Kefrén lo muestran con barba, mientras que la esfinge carece de ella. Es más, los fragmentos de una barba gigante de piedra hallados bajo el monumento y hoy expuestos en el Museo Egipcio de El Cairo han resultado ser un añadido posterior. Ahora el misterio reside en la razón -que llevó a Didufri a construir su propia pirámide lejos de Gizeh, al norte de ese lugar, en Abu Rawash.



Como sabemos, el año se divide en doce signos zodiacales, que corresponden a otras tantas constelaciones. Tres signos corresponden al equinoccio de primavera: Aries, Tauro y Géminis; los siguientes al solsticio de verano: Cáncer, Leo y Virgo; vienen a continuación los del equinoccio de otoño: Libra, Escorpio y Sagitario; y pertenecen los últimos al solsticio de invierno: Capricornio, Acuario y Piscis. La posición relativa de las constelaciones varía muy lentamente con respecto a un punto fijo de observación de la Tierra, debido a cierto movimiento de balanceo de nuestro planeta en su órbita solar. A causa de ese balanceo, nuestra posición con relación a las constelaciones cambia cada 72 años el equivalente de un grado de arco. Se necesitan casi 26.000 años para dar la vuelta a las constelaciones y regresar al punto de partida. Este curioso fenómeno, llamado precesión de los equinoccios, era ya conocido en la antigüedad, donde le concedían gran importancia. A cada periodo de 2.160 años le daban el nombre de Era, y así ha seguido hasta nuestros días. La era cristiana ha transcurrido bajo el signo de Piscis y nos dirigimos hacia la de Acuario. Antes de Piscis, tuvimos la era de Aries, caracterizada por el cordero pascual del pueblo judío. Antes dominó la era de Tauro, identificada con el buey Apis de los egipcios.





Esta sucesión de eras podría determinar la fecha en que fue construida la Esfinge. Lo que se inició con Virgo, o sea una cabeza de virgen, se concluiría con Leo. En base a este planteamiento se considera que la construcción de la Esfinge tuvo lugar entre las eras de Virgo y Leo. Si multiplicamos por 2.160 el número de eras desde la actual hasta la de Virgo, obtenemos una fecha aproximada: el año 10.000 a.c. Fue en aquellos tiempos en que algún pueblo de la antigüedad comenzó a levantar el enigmático monumento. Pero, ¿puede ser tan antiguo este monumento? Constelaciones del zodiaco  formada por los doce signos del zodiaco  dan lugar a los equinoccios de primavera y otoño y a los solsticios de verano e invierno. Cuando en el 590 a. c. el legislador Solón, uno de los siete sabios de Grecia, visitó la ciudad egipcia de Saís, los sacerdotes le hablaron sobre un continente que se hundió en el océano unos nueve mil años antes. Al sumar estos 9000 a los 590 de la visita del sabio griego resulta la fecha de 9590 a.c., que se asemeja de manera sorprendente a la determinada por el cálculo de las eras zodiacales. 

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